martes, 10 de julio de 2007

VIVIR AL DIA Y SIN AGENDA, MAL DE LOS ECUATORIANOS

Hace un año ya, el reelecto Ministro de Educación, el distinguido manabita, Lcdo. Raúl Vallejo, escribía en la revista Vistazo No. 921 , que el país pasa por una grave crisis de su institucionalidad, que unos piden una Constituyente para comenzar de nuevo todo y otros, quieren reformar la constitución en sintonía con los anhelos de cambio. Explicaba que los problemas de los ecuatorianos, no eran sino, el reflejo de los caducos y equivocados programas de educación que se han ido sucediendo en los últimos treinta años sin reparar en la eficacia de los mismos frente a los retos que impone el desarrollo y las necesidades de la población. Es decir, viviendo al día en el más significativo sector del desarrollo del Estado, sin que nadie en las altas esferas de los gobiernos de turno se hubieran preocupado de evaluar su eficacia, emprendiendo en los correctivos necesarios, peor hablar de una investigación orientada a planificar su impacto en la población acorde a las necesidades supervenientes, de allí las consecuencias actuales.
Propone el Ministro que se debe desarrollar en la escuela un programa de “Educación Ciudadana”, que tenga como objetivo que los educandos reflexionen sobre el sentido de la Ley, la democracia, la participación (mejor entendido como el involucramiento y el compromiso ético para con su entorno más próximo), los deberes y los derechos de las personas. Razona correctamente el Ministro cuando dice que en las escuelas y colegios se deben organizar y desarrollar charlas, talleres o jornadas, para reflexionar en la necesidad de formar la conciencia cívica del futuro ciudadano y ciudadana que el país requiere para marchar, y que para este objetivo, se vuelve imperativo el estudio del artículo 97 de la Constitución, que habla sobre los deberes y responsabilidades de la ciudadanía. Así entendido, se vuelve un asunto de capital importancia y de central actividad la apreciación del Ministro en lo referente al estudio de la Constitución en su artículo 97, pues solo para reseñar unos pocos de los deberes allí consagrados citaré: Numeral 3. Respetar los derechos humanos y luchar porque no se los conculque; numeral 4. Promover el bien común y anteponer el interés general al interés particular; numeral 5. Respetar la honra ajena; numeral 6. Trabajar con eficiencia; numeral 9. Administrar honradamente el patrimonio público; numeral 14. Denunciar y combatir los actos de corrupción; numeral 18. Ejercer la profesión u oficio con sujeción a la ética. Solo con la enseñanza práctica de estos pocos enunciados nombrados, ya tendríamos garantizado un mejor futuro para el Ecuador. ¿Que espera entonces señor Ministro para ponerlo en práctica?.

No hay comentarios: