martes, 10 de julio de 2007

SI A LAS REFORMAS, NO AL SECTARISMO (Parte II)






Desde la entrada en vigencia de la Constitución del 98 las buenas iniciativas en materia de reformas políticas fundamentales han sido escasas si no nulas; y esto ha ocurrido por la existencia del famoso candado constitucional manejado al antojo de grupos hegemónicos de poder, malos representantes de los partidos políticos en los gobiernos de turno y por élites descalificadas enquistadas en el Congreso Nacional desde el retorno de la democracia, los que por ignorancia unos y por intereses personales los otros -que para los efectos es lo mismo-, las han bloqueado permanentemente, privando al país de la producción y aplicación de las leyes necesarias para el desarrollo, creando con ello vacíos legales que han ocasionando el atraso del país, afectando su competitividad, su participación en los mercados regionales y su inserción en el mundo globalizado actual en condiciones que garantice el desarrollo sustentable y sostenible del Ecuador y su gente.




Ahora, esta desgraciada verdad se ha constituido en el mejor as bajo la manga del gobierno actual, su caballo de batalla para vendernos la idea de que el país necesita cambios profundos y estructurales –sin decirnos cuales hasta hoy- y que no se los logrará sino solo con una constituyente con poderes totales. Hasta allí, para quienes desconocen de Derecho, no sería nada extraordinario, pero para quienes si lo conocen, la constituyente no se justifica y menos con poderes totales, ya que, el Ecuador desde la fecha de entrada en vigencia de la actual Constitución hasta los días precedentes a la convocatoria a la consulta popular para aprobar la instalación de la constituyente no ha vivido una dictadura, única razón que lo amerite.




No quiero entrar a argumentar ampliamente sobre ello porque no viene al caso, pues la consulta popular aprobatoria de la misma ya esta convocada; lo que nos interesa acá, es que, precisamente el debate formado para determinar su validez no ha sido sino una distracción para lograr vender la idea de la 'constituyente panacea', la que estratégicamente se constituye como la punta de lanza de la fuerza que sustente las ideas para perennizarse en el poder, sin oposición de ninguna clase, dentro de un sistema totalitario y autárquico; ventajosamente tamaño propósito no puede pasar desapercibido y es necesario evidenciarlo, pues para lograrlo, utilizando como herramienta la amenaza, el miedo y la fuerza pública bajo su mando, ha neutralizado al Congreso Nacional, Tribunal Constitucional y hasta a la misma Función Judicial, instancias que ahora penden anodinamente del Tribunal Supremo Electoral. A este último, le visualizo un final análogo al de los “camisas amarillas” de las etapas iniciales del nazismo, déspotas que ayudaron a Hítler a llegar al poder y quién una vez ubicado allí, ordeno su exterminio en la famosa “noche de los cuchillos largos”




El país no necesita de enfrentamientos entre ecuatorianos, no necesita que los muchos Acostas que no tienen que ver con el banquero, sean estigmatizados y convertidos en el blanco de los resentidos de siempre, ni que los prósperos Quishpes y Piguaves que los hay, sean considerados como marginales y por ello naturales contendientes de los otros, que absurda visión del país.




El Ecuador lo que necesita para generar bienestar para su gente es que se debata con seriedad la importancia de las reformas necesarias y urgentes que permitan proyectarlo en el largo plazo, reformas tales como que al Congreso Nacional solo accedan para desempeñarse como legisladores, profesionales con acreditada experiencia y al menos un postgrado en Ciencia Política, Administración y Legislación Pública por nombrar unas mínimas. Que se analicen y revisen los cambios necesarios en materia educativa también son urgentes; que se penalice el abandono de sus deberes a los profesores y a los servidores de la salud que no acuden a los centros educativos y dispensarios rurales; que se implemente auditorias administrativas a los funcionarios y empleados públicos para determinar el cumplimiento de sus funciones; auditorias de gestión a los profesores que no aplican el tercer eje o ejes transversales en la reformada Ley de Educación que habla sobre la obligación de los profesores de cualquier materia en cualquier etapa, para que suspenda la clase de su materia por cinco o diez minutos y entre a tratar sobre los valores básicos inherentes al ser humano, enseñar que no hay que disponerse de lo ajeno, que hay que cuidar al bien común como propio, que hay que cumplir responsablemente con las obligaciones personales, incluyendo la de traer al mundo solo hijos en capacidad de mantenerlos.

Dr. Eduardo Caamaño Vega - Worldbec@hotmail.com

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